lunes, 6 de octubre de 2014

Seguimos con Baudelaire y Las flores del mal

Comenzamos la clase conociendo el proceso que se inició contra Baudelaire a raíz de la publicación de Las flores del mal en 1857. Frente a esto, el poeta elaboró su defensa basándose en los siguientes argumentos: 
1) El libro debía ser juzgado en su conjunto y no por poemas separados. Y para quienes lo tildaban de inmoral, Baudelaire decía que, por el contrario, su obra poseía una terrible moralidad. 
2) La incriminación era mínima: sólo 13 poemas sobre cien. 
3) “Mi único error ha sido confiar en la inteligencia universal y de no hacer un prefacio donde habría expuesto mis principios literarios y extraído de ellos la cuestión tan importante de la Moral”. 
4) Se trataba de un libro caro, es decir, no estaba dirigido a la multitud. 
5) Dos de los textos incriminados habían aparecido antes en revistas, hace ya tiempo, y no habían sido perseguidos.
6) Afirma que podría hacer una biblioteca de libros modernos no perseguidos, que tampoco respiran, como el suyo, el horror al mal. "Después de casi 30 años, la literatura posee una libertad que viene bruscamente a castigarse en mí". 
7) Reconoce dos morales: la ley positiva y las leyes del arte, que no deben ser confundidas. Hay que respetar la libertad del genio.
8) Hay blasfemias pero también hay elevaciones al cielo; obscenidades y flores platónicas. 
9) El nuevo reino napoleónico, después de la guerra, debe buscar las ilustraciones de las artes y de las letras. 
10) Crítica de una moral que solo está dispuesta a admitir que todos los hombres son felices.
Finalmente, la audiencia se llevó a cabo el 20 de agosto de 1857. Algunas piezas fueron condenadas por ofensa a la moral pública y a las buenas costumbres, por excitación de los sentidos mediante un realismo grosero y que ofende al pudor. Los seis poemas condenados fueron: "Les bijoux", "Lesbos", "Le Léthé", "À celle qui est trop gaie", "Femmes damnées" y "Les métamorphoses du vampire".
Baudelaire recibió una multa de 300 francos. Al principio fue desafiante, pero luego se sometió y consiguió una reducción de la multa que era sumamente costosa para él. Le escribió una carta a la Emperatriz para que lo protegiera, y su multa se redujo de 300 a 50 francos. Tres años más tarde, obtuvo una indemnización literaria de 500 francos, y en 1861, se permite una segunda edición sin las piezas condenadas y con otras. La rehabilitación definitiva del volumen tendrá que esperar hasta 1946.

Ediciones:
  • Primera edición 1857: Cien poemas con la siguiente estructura: Al lector, Spleen et Idéal, Fleurs du mal, Révolte, Le vin, La mort.
  • Segunda edición 1861: 126 poemas: 32 poemas más con los que colma el vacío de los seis menos anteriores. La inclusión de material  nuevo implica una modificación de la estructura. 
  • Tercera edición 1866: Muy parcial y marginal: Les épaves (restos/ naufragios). Bruselas: los seis poemas condenados, dieciséis poemas nuevos y “Francisca mea laudes”.
  • Cuarta edición 1868: Después de la muerte del poeta. Edición hecha por los amigos: tomo I de sus obras completas. 151 poemas: 126 de la segunda edición, once más de Les épaves y el resto de textos inéditos.
Estructura final resultante:
"Spleen et Idéal" (I a LXXXV): “tedio/ spleen”: pluralidad de sus sufrimientos morales y físicos.
"Tableaux parisiens" (LXXXVI a CIII): la hormigueante ciudad llena de sueños.
"Le vin" (CIV a CVIII): primera de las grandes tentaciones de la carne. Cristaliza los paraísos artificiales, los sueños impostores de liberación.
"Fleurs du mal" (CIX a CXVII): segunda tentación de la carne : las mujeres condenadas
"Révolte" (CXVIII a CXX): el hombre acosado por todas las tentaciones da rienda suelta a las imprecaciones del espíritu y a las negaciones del alma: 
"La mort" (CXXI a CXXVI): última parada del descenso a los infiernos.  

Poema preliminar
Leímos y analizamos el poema preliminar del volumen, que está fuera de numeración, se titula "Al lector" y está colocado a la cabeza del volumen en todas las ediciones. Posee una importancia mayor en el conjunto porque presenta y abre la colección; exhibe en síntesis los contenidos del volumen; desarrolla la estética moderna de Baudelaire que establece relaciones entre la Belleza y el Mal.
La estructura del poema es de diez cuartetos alejandrinos: 
  • Los dos primeros muestran la debilidad física y moral del hombre frente a los pecados. 
  • Los cinco siguientes, desarrollan la influencia de Satán y la belleza del mal. 
  • Los tres últimos muestran al spleen, asociado a la melancolía, como forma mayor del pecado o fuente de ellos. 
Está presente una implicación fuerte del lector a través del apóstrofe del título y del uso de la primera persona del plural: lector y poeta aparecen como sujetos pacientes de los efectos del demonio. La omnipotencia del mal se refleja en el despliegue de un campo léxico relativo al mal, con la figura de Satán como alquimista, el hombre como marioneta del demonio y la personificación de los pecados. 
Encontramos además un fuerte simbolismo animal, presentado con una enumeración a la manera de los bestiarios medievales. El monstruo mayor es, sin embargo, el tedio. Todo el poema está armado de manera tal de preparar la aparición del tedio de manera dramática. El conector contra-argumentativo “Mais/ pero”, la enumeración de los animales monstruosos y la estructura comparativa en el primer verso de la estrofa novena acentúan la envergadura del tedio como vicio: entre los otros siete animales amenazadores, el tedio es el peor.
Por otro lado, el pacto con el lector se desprende del pronombre de primera persona plural, que se desambigua en el último verso mediante un efecto casi teatral: el tú, aparece de manera brutal y sacude al lector, e incluso puede llegar a disgustarlo. La caracterización del lector como hipócrita/ semejante/ hermano, constituye una provocación, pero a la vez exhibe una especie de complicidad con el poeta, quien conoce al lector y puede permitirse esta familiaridad. La dedicatoria del título y del poema entero desafían las expectativas del lector: el poema contradice el movimiento retórico de la captatio benevolentiae y establece un gesto típico del arte de la modernidad que es, justamente, la provocación. 
El poemario no aspira al agrado sino a promover una reflexión ante la visión del espectáculo del infierno humano de las ciudades.

En Las flores del mal hallamos, también, varios textos metapoéticos: “Bendición”, “Correspondencias”, “La vida anterior”, “Los faros”, “La musa enferma”, “La musa venal”, “La belleza”, “La música” y “El albatros”. Estos poemas explicitan ideas fundamentales de la poética de Baudelaire que inciden incluso en la composición u organización estilística de los demás poemas. En clase analizamos “Correspondencias", “El albatros” y “Elevación”.


El spleen
"Spleen" es una palabra tomada del inglés un siglo antes que Baudelaire. Designa el bazo, órgano al que los antiguos consideraban como sede de la melancolía. Se la encuentra en su forma inglesa en Voltaire, Montesquieu y Diderot, en el sentido de “vapores ingleses”, y es solo aplicada a los sujetos de esa nacionalidad. Más tarde, los románticos de la generación de 1830 la usarán en otro sentido: ya no designará un mal específicamente inglés ni tampoco la melancolía romántica, sino un mal existencial, el disgusto generalizado de la vida (Chateaubriand, Vigny, Musset).
"Ennui" es la palabra clave para el análisis de ese estado de asco absoluto y de odio indiscriminado. En sentido estricto, ennui (forma sustantivada del verbo ennuyer) designa el estado provocado en el poeta por efecto del spleen. Algunas imágenes asociadas al spleen son:
  • El negro y todos los elementos nocturnos ; 
  • La sensación de ahogo, de encierro ; 
  • El sentimiento de extrema soledad y de extremo aislamiento; 
  • Fenómenos y objetos como la lluvia, la neblina, las nubes, el humo;  
  • Todas las figuras mitológicas y bíblicas de los condenados y los excluidos en las leyendas; 
  • La caída, el sentirse en deslizamiento hacia las profundidades. 
El amor
El amor en Baudelaire aparece con variados matices: místico, libertino, crítico. La conjunción de estos elementos determina la modernidad del poeta en la expresión del sentimiento amoroso. 
Tres mujeres inspiran al poeta y revelan tres aspectos del otro femenino: Jeanne Duval, Apollonie Sabatier y Marie Daubrun.

Lo religioso
Lo religioso está presente en:
  • El tema del mal y del satanismo
  • El imaginario litúrgico
  • Las analogías con la poesía mística en la búsqueda del ideal. 
Los temas cristianos son por lo general, desviados, subvertidos. Si el poeta afirma que reza, no sabe realmente a quién dirige la plegaria, y ve en esa oración una especie de magia blanca, de auto-terapia. 
La poesía de Baudelaire se podría decir religiosa no en el sentido de una experiencia espiritual, en una relación a Dios, ni de una institución de salvación, sino como una metáfora, una substitución o una transposición que designa una búsqueda o una experiencia de lo absoluto, de lo infinito, y especialmente del absoluto de la poesía.

Algunos rasgos de estilo
  • Descentramiento del sujeto poético que se proyecta en las cosas  o en el paisaje. Borramiento de las fronteras entre lo interior y lo exterior.  
  • Uso de la metáfora y de la alegoría con una tendencia a la expansión del comparante. Tendencia que guarda relación con la poética expuesta en el soneto de las correspondencias. 
  • Importancia dada a las atmósferas (como resultante de la interacción entre el aire, el agua y la luz) y a su impacto sobre los afectos  o sobre el estado espiritual del sujeto. 
  • Presencia recurrente de imágenes acuáticas: el sujeto lírico se sumerge o bebe con embriaguez. La atmósfera lírica guarda la impronta de un medio primitivo, que se remonta a una vida anterior, si no prenatal, al menos infantil.
  • Uso del oxímoron como figura retórica que permite expresar la dualidad contradictoria del ser. 
  • Uso de estructuras paralelísticas anafóricas o de repeticiones de versos con mínimas variaciones al inicio y al final de la estrofa “El balcón”, “Moesta et errabunda”, “Lesbos”, por ejemplo.
Versificación
  • Predominio de la rima pobre. 
  • Desde un punto de vista global hay un respeto de las normas clásicas en el manejo de la rima.
  • En el uso de los recursos de la versificación, Baudelaire busca la irregularidad en la regularidad.
  • Pocas incongruencias entre estructura métrica y sintáctica, menos que en Hugo, por ejemplo. 
  • Predilección por el uso del encabalgamiento, por los efectos de prolongación de la idea en el verso.
  • Aunque usa en ocasiones el trímetro romántico, predominan los alejandrinos divididos en dos hemistiquios. 
Organización estrófica
  • Poemas en serie (21)
  • Poemas en estrofas de dos versos, de tres, cuatro, cinco, seis, ocho y doce.
  • Combinaciones empleadas: Quintil: estrofa de cinco versos de rima (ABAAB o AABAB o ABBBA), por ejemplo “El balcón”. Series de versos alejandrinos; cuartetos alejandrinos; cuartetos de 8 y 5 sílabas (“La serpiente que danza”); cuartetos decasílabos; cuartetos octosílabos. 
  • El soneto: hacia 1860, constituye una forma marginal, ligera, no demasiado propia de la poesía literaria, seria, en francés, y por eso es llamativo que en el libro aparezcan 71 poemas con esta forma. Baudelaire emplea una gran libertad en el uso del soneto, con 45 formas distintas. Pero a pesar de esta libertad, la mayoría son en alejandrinos. Por lo general, la estructura del soneto guarda la relación entre métrica y sintaxis. El poeta pone de manifiesto en la obra su gusto por el soneto: en su concepción, la gran ventaja del soneto es la concentración y la estructura cerrada de su forma, que se corresponden con el orden del pensamiento. 


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